El TOC - Fundamentación Neurobiológica

Fundamentación Neurobiológica del TOC

Alteración En Algunos Neurotransmisores


Actualmente, la hipótesis más consolidada sobre la aparición y mantenimiento de la sintomatología obsesivo-compulsiva implica la serotonina. Este es un neurotransmisor implicado en diversos procesos cognitivos: modulación del estado del ánimo, aprendizaje, memoria, respuestas fisiológicas etc.


Otro neurotransmisor importante, la dopamina, se encarga entre otras funciones de la motivación y la recompensa. Aunque su rol en la génesis y mantenimiento del TOC fue menos estudiado.


 GABA, es otro neurotransmisor, es el responsable del control motor, la visión y funciones corticales de inhibición. El GABA ha demostrado su relevancia en los trastornos de ansiedad (y el TOC tiene un componente ansiógeno muy importante). Receptores GABA regulan la inhibición de los circuitos neuronales conectados con la amígdala (encargada del funcionamiento del “miedo”). Por ello, desregulaciones en este neurotransmisor pueden hacer que el cerebro identifique estímulos anteriormente neutros como peligrosos, aumentando el nivel de alerta y ansiedad; agravando el ciclo de rumiación y compulsión (Nuss, 2015).  (Mentelex Blog, 2020)


Los pacientes con TOC muestran niveles superiores en el Cortisol,  (Morgado, Freitas, Bessa, Sousa, & Cerqueira, 2013)   y en la Metabolización de Glucosa al grupo control en el circuito lateral del córtex orbitofrontal (Baxter, 1990).


El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por alteraciones en la conectividad cerebral, es decir, estos pacientes presentan una disfunción en la sincronización de la actividad entre diferentes grupos de neuronas, según han evidenciado investigaciones recientes. En esta línea, en un estudio publicado este mes en la revista Cerebral Cortex, investigadores pertenecientes a tres grupos del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) dirigidos por Jesús Pujol (Consorci Mar Parc Salut de Barcelona), Narcís Cardoner (Corporación Sanitaria Parc Taulí) y José Manuel Menchón y Carles Soriano-Mas (Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL).

Artículo de referencia

Neuroanatómico

Neuroanatómico


Las últimas investigaciones vinculan a este trastorno con alteración de las partes Prefrontales y Orbitofrontales del cerebro, esto explicaría la deficiencia en las funciones ejecutivas, (Lopera 2008), junto a una interconexión de zonas límbicas como son el Cingulado anterior, tálamo, amígdala, límbica, zonas que intervienen en la sintomatología emocional del paciente como es el miedo, la responsabilidad, la culpa…. (Mika & otros, 2011; Sesack & otros, 2010).


 El Hipocampo como centro gestor de trabajo, disminuye su tamaño y por tanto limita el funcionamiento cerebral en su totalidad.  Szeszko  (2004) estaría relacionado con la falta de uso de estrategias eficaces, la necesidad de pruebas excesivas y la aparición constante de la duda.


En lo referente a la memoria, los estudios de Martínez, González, Piqueras, y Rodríguez (2008), indicaron que los pacientes con TOC presentan una deficiencia evidente en la memoria no verbal. La memoria no verbal, entendida como la capacidad de aprender, de retener y de evocar imágenes u objetos nuevos, especialmente aquellos que no pueden describirse fácilmente con palabras. Un déficit con respecto a la memoria no verbal, (R. Mariano Bruno; Jésica Basabilbaso; Camila Cursack  2013)


 El papel principal en el TOC, lo juega la hiperactivación de la amígdala, centro de procesamiento del peligro y la amenaza, junto a la alteración del núcleo Caudado y Puntamen, como filtros de información relevante, lo que provoca una alta entrada de información que no puede desechar.  


Amigdala  - Hipotalamo - Cuerpo Calloso

Amigdala  - Hipotalamo - Cuerpo Calloso 


Como podemos observar en la siguiente tomografía, la respuesta en cuanto a cambios fisiológicos tras una terapia efectiva en el cerebro es ya una evidencia científica. El paciente en inicio cursaba sintomatología TOC y gracias a una terapia adaptada, acompañado de la neuro plasticidad es posible experimentar cambios que antes solo se creían posibles hasta cierta edad del individuo. Fue una noticia sorprendente conocer que nuestro cerebro es plástico durante toda nuestra vida y por tanto es posible realizar cambios significativos.    

Tomografías

Tomografías


Unas imágenes de tomografías que visibilizan unos cambios físicos en algunas zonas del cerebro como por ejemplo la amígdala y cambios bioquímicos con respecto a los neurotransmisores entre los que se encuentra la serotonina, pero toman también relevancia las causas psicosociales en las que las experiencias del individuo pueden activar toda una sintomatología. Es por esto por lo que se entiende que no existe una única causa.

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