Las creencias básicas nucleares son los cimientos que sostienen nuestra estructura cognitiva de pensamiento y procesamiento de la información sobre nosotros mismos, los otros, y el mundo.
Estos patrones mentales son en realidad “paquetes de información adquiridos”, a través de la experiencia, que aprendemos e interiorizamos sobre todo en nuestra infancia, pero que también podemos aprender a lo largo de nuestro desarrollo tras sucesos suficientemente impactantes como para crearlos, modificarlos e integrarlos en nuestra estructura de pensamiento. Esta organización mental nos permite construir “nuestra realidad” y relacionarnos con ella en función de las representaciones que hagamos de ella.
Por ejemplo, creencias básicas nucleares sobre autoestima, amistad, seguridad, confianza, pertenencia, dinero, vulnerabilidad, necesidades, etc. Nos van a permitir crear los fundamentos sobre cómo vemos y construimos nuestro propio mundo, el de los demás, y el mundo per se, de tal manera que determinen el significado que asociamos a las experiencias vividas.
Existen dos tipos de creencias:
- Limitantes: Son aquellas que nos condicionan debido a que su funcionamiento es rígido, sesgado y poco adaptativo, pudiendo provocar altos niveles de sufrimiento y malestar.
- Potenciadoras: Son aquellas que nos permiten empoderarnos, adaptarnos y evolucionar al organizar la información de una forma más realista y adaptativa.
El problema fundamental que ocurre con las creencias (limitantes) es que son tan nucleares en nuestra organización cognitiva, en nuestra manera de pensar y ver “nuestra realidad” que ni si quiera somos conscientes de si realmente están ajustadas, de si realmente son formas realistas de interpretar dicha realidad. No solemos cuestionarlas, ni ponerlas en duda, por lo que las hacemos nuestras y las expresamos a través de Pensamientos Automáticos Negativos (PAN) que nos condicionan y perjudican. Ej: “Yo soy así”, “Soy tonto”.
Las creencias pueden ejercer un gran impacto sobre nuestras conductas, y los resultados que obtenemos de estas retroalimentan nuestras creencias confirmándolas y reforzándolas en bucle, tendiendo a ignorar así las evidencias que estén en contra.
Muchas de ellas se recogen en estos 8 enunciados:
1. No merezco...
2. No puedo...
3. No tengo derecho a....
4. No valgo para...
5. Es imposible conseguir...
6. Soy incapaz de...
7. Es difícil hacer....
8. No es correcto/No está bien...
Para poder cambiar nuestras creencias limitantes por otras potenciadoras debemos aprender a identificarlas, para después ponerlas bajo tela de juicio, dudar de su veracidad, y ver si realmente están ajustadas o desajustadas de la realidad. Muchas de esas creencias desajustadas pueden ir acompañadas de palabras tipo todo, nada, nadie, nunca, siempre, etc…
Para cuestionarlas podemos hacer pruebas de realidad, contrastarlas para tener datos fehacientes de si efectivamente se cumplen o no se cumplen. En caso de que no se cumplan, y dudemos de ellas, podemos plantear y fomentar pensamientos alternativos realistas que sí se ajusten al contexto para que podamos integrar esas nuevas creencias (más adaptativas) a nuestra estructura de pensamiento funcional. Ejemplo:
o Creencia limitante -> “Siempre me equivoco, nunca cambiaré”
Podemos contrastar esa frase con nuestra experiencia:
- “¿Siempre he metido la pata?” “¿En cada acción que he hecho me he equivocado?”
“Seguramente haya habido veces en las que NO me he equivocado”.
Por lo tanto, no sería adaptativo ni funcional utilizar siempre.
- “Además, tengo la oportunidad de aprender si me equivoco y mejorar para la siguiente
ocasión, por lo que sí que puedo cambiar”.
Por tanto, no sería adaptativo ni funcional utilizar nunca.
o Creencia Potenciadora -> “Soy humano y me puedo equivocar. Trataré de
prestar atención, aprender y mejorar para la siguiente oportunidad”
DETECTAR – CUESTIONAR – MODIFICAR
Os animo a poder practicar lo anteriormente comentado ya que un cambio de creencias puede generar un gran cambio en la forma en que vivimos nuestras vidas y en los comportamientos que manifestamos.
En las siguientes tablas se recogen ejemplos de creencias limitantes y potenciadoras:
AUTOR DEL POST:
José Antonio Fuentes
Psicólogo Sanitario de Planeta TOC